Es común entre las personas confundir dos términos que, si bien están relacionados, se refieren a dos partes anatómicas diferentes. La vulva, mal llamada vagina, está conformada por un grupo de órganos genitales típicamente considerados femeninos, entre los cuales se incluyen los labios mayores y menores, el clítoris, la abertura de la vagina, el orificio de la uretra y el monte de Venus.
Aunque la abertura vaginal forma parte de la vulva, su principal diferencia radica en que son dos órganos distintos: la vulva es en su mayoría externa (a excepción de sus glándulas), mientras que la vagina es un canal interno que llega hasta el cérvix o cuello uterino.
Cómo Es La Vulva
Aunque todas las vulvas varían en forma y aspecto, existen ciertas características que dan cuenta de una vulva sana:
- Los labios mayores están libres de lesiones, inflamación o ulceraciones, no duelen y están cubiertos de vello púbico (aunque puede haber excepciones).
- Los labios menores pueden ser más largos o cortos, varían en color y aspecto de persona a persona y en distintas etapas de la vida, pueden ser lisos o arrugados y están separados.
- El clítoris cuenta con un capuchón y también puede variar bastante en tamaño y aspecto, en un rango que comúnmente va de 3,7 a 6,5 mm de largo.
- La abertura de la vagina se observa con una mucosa húmeda, lisa, cuyo color varía; debe encontrarse libre de lesiones y a veces puede haber flujo, que varía acorde a las etapas del ciclo menstrual.
- El orificio de la uretra es bastante más discreto, se encuentra por encima de la abertura vaginal, debajo del clítoris. Generalmente está cerrado, así que podría no observarse a simple vista.
- El monte de Venus es un montículo que protege la sínfisis del pubis, que forma parte del hueso pélvico. En las mujeres adultas generalmente se encuentra cubierto de vello y debe estar libre de lesiones.
Cómo Cuidar La Vulva
Existen algunas medidas básicas protectoras para poder gozar de una mejor salud genital y así cuidar de nuestra vulva, tales como:
- El lavado de manos después de orinar o defecar.
- Tener una adecuada técnica de higiene genital (con un lavado/uso de papel higiénico desde la vulva hacia el ano, nunca al revés).
- Preferir el uso de jabones líquidos neutros y sin fragancias por encima de los jabones en barra.
- El uso de un jabón exclusivo para el área genital, en caso de ser jabón en barra.
- Preferir el uso de ropa interior de algodón, sobre las fibras sintéticas.
- El lavado de manos antes y después de la inserción de tampones, copas menstruales, preservativos o juguetes sexuales.
- Lavado genital antes y después de mantener relaciones sexuales.
Cabe destacar que las medidas mencionadas se implementan de acuerdo a las características de cada persona, y que no representan una cura o protección contra infecciones de transmisión sexual.
¿Cómo Depilar La Vulva?
Otro punto relevante de la salud de la vulva es su depilación. Distinto a lo que se cree, la depilación de la vulva data de épocas milenarias, y era generalmente asociada a personas de clase alta en diferentes culturas. Actualmente la depilación genital es una práctica habitual, impuesta socialmente y comúnmente relacionada a la “feminidad” y la “higiene”, aunque también es realizada por personas con pene.
Son múltiples los métodos empleados para la depilación genital, y lo más importante es destacar que se trata de una decisión enteramente personal. En cualquier caso, conviene saber que existen algunos factores asociados a las vulvas depiladas, independientemente del método que se utilice, tales como la hiperpigmentación genital y la foliculitis, que afectan a casi un 100% de las personas que depilan sus vulvas. La depilación genital también podría estar vinculada a infecciones de vulva, vagina y genitourinarias, ya que el vello actúa como una barrera protectora.
Evitar Infecciones En La Vulva
No obstante, existen prácticas que nos pueden ayudar a evitar pequeñas infecciones en la piel y a mejorar la experiencia de la depilación en general, tales como evitar la exfoliación del área. Esto porque el método de depilación actúa como un agente irritante y el uso de cuchillas podría provocar micro heridas que empeoran la irritación que pudo ser causada por la exfoliación en primer lugar.
Aunque gocemos de una buena salud genital, existen algunos síntomas comunes que podrían afectar tu vulva: comezón, cambios en el flujo vaginal, pequeñas lesiones o granitos dolorosos, entre otros. La mayoría de las veces son afecciones que mejoran con medidas básicas y/o un tratamiento indicado por profesionales de la salud. En caso de presentar cualquier incomodidad, la primera recomendación es acudir a consulta ginecológica, para que puedan evaluar tus síntomas y ofrecerte un tratamiento oportuno y adecuado.
¿Qué podría estar causando mis síntomas?
Abordemos algunos síntomas frecuentes que podrían presentarse en personas con vulva.
- Entre las molestias más frecuentes está la comezón, que podría ser causada por irritación o alergias en respuesta a algunos productos de higiene o productos menstruales, pero en ocasiones también por infecciones vaginales como las causadas por la Candida albicans, infección que cursa con comezón, ardor y flujo blanquecino (leucorrea) grumoso, sin mal olor. Siempre recuerda que el diagnóstico y el tratamiento solo pueden ser determinados por profesionales de la salud.
- Los cambios en el flujo vaginal pueden darse por causas fisiológicas, como los generados por las distintas etapas de nuestro ciclo menstrual, que lo hacen más fluido, elástico y claro durante la ovulación, con sensación de humedad; o más espeso, e incluso pegajoso, una vez que se va acercando a la ovulación posterior a la menstruación. El flujo puede llegar a tener un aspecto amarillento si se seca en nuestra ropa interior, pero en líneas generales no debe tener mal olor, no debe ser abundante ni estar acompañado de irritación, ardor o dolor.
- Algunas pequeñas lesiones pueden aparecer en las personas que depilan sus vulvas. Generalmente se trata de foliculitis, una inflamación del folículo piloso (puede aparecer en cualquier área que tenga vello) que puede deberse a una infección por bacterias, o ser producto de la abrasión causada por la depilación, sin importar el método que se emplee. Algunos casos más graves pueden requerir de tratamiento con antibióticos, medicamentos tópicos o cambios en los hábitos depilatorios o de higiene.
Como personas con vulva debemos tener en cuenta que conocer bien el aspecto y demás características de nuestros genitales nos ayudará a saber si algo no anda bien con nuestra salud, por lo que observarnos y tener conciencia de nuestro aspecto, olor y autocuidado es primordial.
Sobre la autora: Dra. Hilaria Rodríguez. Traductora y médico de una nueva generación a favor de la inclusión. Promotora aficionada de la salud mental y física.
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