por Judith Bermudez
Inicie la redacción de este artículo tratando de aclarar las dudas más comunes que tenemos cuando empezamos a utilizar un método anticonceptivo, los cambios en el patrón de sangrado y todas aquellas anormalidades relacionadas con nuestra menstruación.
Pero no podemos hablar de menstruación “anormal”, ni sobre los cambios que nos traerá el uso de métodos anticonceptivos, si tenemos dudas acerca de la menstruación en sí.
En este texto trataré de dar respuesta a las preguntas más comunes que escuché a lo largo de los años. Espero que este espacio sea de utilidad para resolver aquella duda que no te atreves a preguntar a tu mamá o a tu ginecólogo o ginecóloga. Tal vez ni siquiera la has hablado con tu mejor amiga. Por eso, si al finalizar el texto, la duda sigue ahí, ¡escríbenos! Y con mucho gusto intentaré ayudarte en próximas ediciones.
1.- ¿Qué es la menstruación?
La menstruación es el proceso fisiológico, es decir, normal, por el cual, nuestro cuerpo desecha el tejido que habría funcionado como “colchoncito” para el embrión, en caso de que hubiera ocurrido un embarazo. Este tejido se llama endometrio, y consiste en una capa interna que recubre el útero. Cada cierto tiempo, recibe estimulación hormonal que lo engrosa y prepara para alojar un embarazo. Si el embarazo no ocurre, las hormonas que indicarían al endometrio que debe continuar creciendo para alimentar al embrión no llegan y, por tanto, el endometrio se necrosa y se descama, ocasionando el sangrado a través de tu vagina que conocemos como menstruación.
2.- ¿Por qué menstruamos?
El ciclo menstrual, el estímulo hormonal que engrosa el endometrio, también nos permite, si así lo deseamos, embarazarnos. En ese caso, el endometrio aloja el embrión en las primeras fases del embarazo y da lugar al desarrollo de la placenta, que será la bolsita que lo alimentará y protegerá hasta que llegue a término.
3.- ¿Desde qué edad voy a menstruar?
La edad promedio para tener tu primera menstruación (proceso conocido como menarca) es entre los 10 y los 16 años. En países como México, la media es a los 12 años. Este proceso continuara hasta la menopausia, que generalmente ocurre entre los 48 y los 55 años. Es decir que, desde tu menarca hasta tu menopausia, menstruarás alrededor de 35 años, excepto por razones tales como un embarazo o por efecto secundario de algún medicamento, como por ejemplo los anticonceptivos. La forma más sencilla de predecir la edad en la que tendrás tu menarca y menopausia es preguntándole a tu mamá o hermanas mayores por las suyas. A pesar de no ser una regla exacta, puede ayudar a estimar la edad a la que tendrás estos procesos.
4.- ¿Qué se considera una menstruación saludable?
La menstruación puede durar entre 2 y 7 días y ocurre cada 21 a 35 días. Puedes perder entre 5 y 80 ml de sangre. Cinco mililitros puedes imaginarlos como una cucharada de sangre para darte idea de la cantidad. Es normal que el flujo no luzca exactamente como la sangre que ves cuando te cortas sin querer, o en alguna fotografía. Esto es primordialmente por la cantidad de sangre, y también por el tiempo que la sangre ha pasado en contacto con el oxígeno. Puedes encontrar flujo de un color que va desde el rosa claro(sangre mezclada con tu flujo vaginal regular) hasta el café oscuro (sangre antigua que lleva horas, o incluso días, dentro de tu vagina y que no había terminado de salir).
5.- ¿Qué pasa si yo no reglo cada 28 días, siempre los mismos días y la misma cantidad?
Probablemente nada. Recuerda que no todo lo que difiere de lo considerado “normal” es sinónimo de enfermedad. Lo más importante es que así como conoces tu cuerpo, te tomes un tiempo para conocer tus ciclos y lo que es habitual para ti. Las primeras veces tendremos algunas menstruaciones “de ensayo” esto que significa que el cuerpo apenas se está acostumbrando a este nuevo proceso. Es perfectamente esperable que los primeros años después de tu menarca menstrúes un mes sí, dos meses no, tres meses sí, seis meses no, o uno sí y uno no, etcétera. Quizá la primera vez el sangrado fue mínimo, apenas unas gotas, y con el pasar de los meses necesitas cambiar cada vez más seguido tu toalla sanitaria, o incluso usar una presentación más grande, por tener flujo abundante. Quizá la primera vez no tuviste cólicos, pero después incluso pediste a tu mamá ayuda con medicamentos para disminuir el dolor. Todos estos cambios son habituales y no deben ser motivo de preocupación. Pasados estos años con las menstruaciones “de ensayo”, tu cuerpo encontrará su propio ritmo y sabrás lo que significa “normal” para ti.
6.- El proceso por el que la menstruación sale de nuestro cuerpo, ¿es igual a cuando orinamos?
Esta pregunta que hizo una paciente me sorprendió mucho. Tenía alrededor de trece años y buscaba ayuda médica porque no sabía cómo “aguantar” para no menstruar más que cuando fuera al baño. Por alguna razón, pensaba que las toallas sanitarias eran para emergencias, similar a un pañal, y el objetivo era que la toalla permaneciera limpia y solo desechar la sangre en el sanitario igual a cuando orinamos. Es importante mencionar que la sangre de la menstruación sale por la vagina, mientras que la orina lo hace por la uretra. Orificios distintos en nuestro cuerpo que, a pesar de ser vecinos, no se comunican entre sí. La menstruación no es algo que deba avergonzarnos o que tengamos obligación de controlar, y es por eso que existen infinidad de productos que pueden ayudarnos a sobrellevar esos días.
A pesar de que existe algo conocido como “sangrado libre”, el objetivo en ese caso no es “aguantar” la menstruación contrayendo los músculos del suelo pélvico, si no identificar las señales que nos avisan que el fluido está por salir, para así tomar las medidas que consideremos necesarias.
7.- ¿A qué huele la sangre de mi menstruación?
La sangre tiene un olor metálico debido a la gran cantidad de hierro que normalmente contiene. En algunas ocasiones, el aroma natural de tu menstruación se puede mezclar con el de los químicos que contiene tu toalla sanitaria o el de algún otro producto diseñado para la higiene menstrual. A algunas personas este olor puede parecerles desagradable, pero no es algo que deba preocuparte. No hay necesidad de comprar perfumes para tu región genital, usar toallas perfumadas ni realizarte duchas vaginales. Por el contrario, pueden ser perjudiciales para tu salud, así que trata de evitarlas. Nadie notará que estás menstruando si tu no decides compartirlo. Consumir limón, huevo, mariscos o chocolate no modificará el aroma ni atraerá a los animales. Tampoco ocurrirán catástrofes meteorológicas si decides nadar o si cargas a un bebé. Todo esto no es más que parte de los mitos que por siglos han acompañado la menstruación. Así que puedes estar tranquila.
8.- ¿Qué productos puedo utilizar mientras estoy menstruando?
Gracias a la tecnología actual, tenemos muchísimas opciones para disfrutar los días de nuestra menstruación con normalidad. Qué productos utilizar depende por completo de ti, de cuáles te hacen sentir cómoda. Puedes utilizar toallas sanitarias desechables o reutilizables. Las toallas sanitarias son compresas que absorberán la sangre y que, cada cierto tiempo, debes cambiar por una limpia. Si son desechables puedes tirarlas a la basura, mientras que las toallas de tela puedes guardarlas en tu bolsa o mochila para lavarlas en casa. Otra opción es utilizar ropa interior/pantaletas especiales para tu periodo menstrual que, dependiendo de la marca, tienen capacidad de absorción hasta por doce horas y eliminan la necesidad de utilizar algún producto adicional. Al final del día solo debes cambiar de pantaleta, ponerte una limpia, y la anterior dejarla con tu ropa sucia. Podemos utilizar tampones: pequeños rollitos de algodón que se introducen en tu vagina y absorben la sangre evitando que salga de tu cuerpo. Con ellos puedes ir a nadar y utilizar la ropa exterior o interior que te guste, sin preocuparte por las toallas. También existe la opción de usar copas menstruales: pequeños recipientes de silicón que se introducen en tu vagina y actúan como reservorio del tejido menstrual; hacen “vacío” y si están correctamente colocadas no deben ocasionar dolor, derrames ni manchas. Únicamente desechas la sangre en el inodoro cuando vas a orinar.
El riesgo de utilizar estos productos es mínimo, pero algunas marcas pueden incluir en su elaboración material dañino, como pasa con algunas copas sin autorización sanitaria, o con toallas o tampones con perfumes que pueden acabar por provocar una reacción adversa en tu piel. Es importante conocer que el mayor riesgo lo tenemos al utilizar tampones. Si por alguna razón te olvidas de haberlo colocado y no lo retiras a tiempo, puedes desarrollar una condición grave conocida como choque séptico o shock tóxico. Aunque estamos hablando de casos extremos, claro. Lo que se recomienda es cambiarlos máximo cada seis horas.
Cada producto tiene indicaciones y formas de utilizarse específicas, puede adquirirse en muchísimas marcas, de colores y con las características adicionales de tu agrado. Actualmente venden toallas de tela con gatitos, por mencionar algo. Lo importante es que elijas uno, aprendas a utilizarlo y te permitas cambiar si no te sientes cómoda. Probablemente necesites asesoría personalizada y esto puedes encontrarlo con el personal de salud en quien confíes. No tengas miedo de preguntar.
9.- ¿Es normal el dolor durante la menstruación?
Muchas personas experimentamos dolor al menstruar. Después de todo, el útero se “aprieta” tratando de expulsar todo ese tejido que ya no necesitamos. Así que puedes experimentar una ligera molestia en el vientre bajo. Sin embargo, si el dolor es realmente intenso no debemos pasarlo por alto. Tristemente, muchas personas pueden tildarte de exagerada, o decirte que estar “en tus días” no es excusa para no trabajar o faltar a la escuela, pero si el dolor no te permite pararte de la cama ni realizar tus actividades diarias, es importante acudir a revisión con una persona especialista. En la mayoría de los casos, con cambios en el estilo de vida tales como hacer ejercicio, tener una dieta saludable y mantenernos en nuestro peso, o con medios físicos como puede ser aplicar fomentos calientes en nuestro abdomen, tomar un analgésico o un antiespasmódico, o incluso realizar algunas posiciones de yoga, será más que suficiente para controlar las molestias. Pero existen enfermedades que pueden ocasionar un dolor intenso e incapacitante durante la menstruación, y en esos casos se requieren otras intervenciones o medicamentos especiales. Lo importante es no dejarlo pasar.
10.- ¿Qué síntomas pueden estar asociados con la menstruación?
Existe un síndrome ampliamente descrito por la medicina conocido como síndrome premenstrual, que abarca un conjunto de signos (cambios en el cuerpo que podemos medir) y síntomas (cómo te sientes) que pueden pasar a la mitad del ciclo menstrual (durante la ovulación), justo antes de que empieces a sangrar, o bien durante tu menstruación. Estos síntomas varían de persona a persona pero pueden incluir dolor de cabeza, cansancio y agotamiento, brotes de acné, más sueño de lo habitual, cambios en el estado de ánimo (como llorar con más facilidad) o incluso tener más hambre. Nuevamente, todos son esperables lo importante es que los entiendas como parte de tu ciclo, sepas que son debido a todos los cambios hormonales por los que atraviesa tu cuerpo, y que no te ocasionen demasiadas molestias. Si crees que estos síntomas asociados a tu menstruación te impiden vivir tu vida con normalidad o bien, por favor acude a una consulta profesional. Con la asesoría correcta, tienes la opción de controlarlos y olvidarte de ellos.
11.- ¿Es normal tener coágulos en la sangre de la menstruación?
No. La sangre menstrual no es igual a la sangre que saldría de tu cuerpo por una herida en tu piel. Si en una jeringa, por ejemplo, dejas suficiente cantidad de sangre, se formará un coágulo con consistencia como de gelatina. En tu menstruación encontrarás sangre que contiene enzimas proteolíticas, sustancias que, al no existir un embarazo, llegan a desintegrar el endometrio y le permiten convertirse de tejido listo para recibir un embrión, a sangre lista para desecharse. Estas enzimas proteolíticas son las que no permiten que la sangre coagule, como normalmente ocurriría. Si en tu menstruación encuentras coágulos, probablemente debes acudir con tu especialista en ginecología de confianza para descartar alguna anormalidad.
12.- ¿Qué hago si me manché?, ¿o si mi mejor amiga o una persona en la calle está menstruando y no se ha dado cuenta?
Accidentes de este tipo pueden pasarnos a todas las personas con útero y es primordial actuar siempre con sororidad y respeto. Después de todo, aunque esa persona no sea tu amiga o te caiga bien, estamos juntas en tanto seres menstruantes y las burlas, los chismes y otro tipo de comentarios están fuera de lugar. Una profesora en la escuela secundaria nos pidió cargar siempre con un pequeño “paquete para emergencias menstruales” que consistía en un juego limpio de ropa interior, un paquete de toallitas húmedas, una toalla sanitaria y un pequeño recipiente de agua oxigenada. Créanme que esta bolsa acudió al rescate de muchísimas compañeras a lo largo de los años.De paso, tal vez te estés preguntando por qué el agua oxigenada, y en ese caso creo que recibirás esta información como un regalo. El agua oxigenada tiene la capacidad de actuar como las enzimas proteolíticas que mencionamos antes, por eso no se recomienda usarla en heridas. Puede desintegrar la sangre. Y si por accidente se mancharon tu falda o tus medias, unas gotas de agua oxigenada te permitirán continuar con tu día sin tener que usar un suéter alrededor de la cintura ni tener que cambiar por completo tu outfit.
13.- ¿Qué cosas no puedo hacer mientras estoy menstruando?
Durante los días que dura tu menstruación puedes hacer absolutamente todo lo que normalmente harías si no estuvieras menstruando. Cocinar, estudiar, trabajar, salir a correr, ir a nadar, pasear a tu perro, etc. No hay nada que no puedas hacer simplemente por estar sangrando, recuerda que tú eres quien decide tus propios límites.
14.- ¿Puedo tener relaciones sexuales?
El decidir tener o no relaciones sexuales depende por completo de ti, es tu cuerpo y tal vez no te moleste. Pero si estás muy cansada o sin apetito también está bien, nadie debe reprocharte por eso. Escuchar y entender las señales de nuestro propio cuerpo es lo que nos permite disfrutar de la vida. Lo que sí debes saber es que durante la menstruación es mucho más sencillo adquirir una infección de transmisión sexual. Si no tienes pareja estable, o si tu pareja tiene otras compañías sexuales, debes extremar cuidados. Recuerda, por ejemplo, la importancia de siempre usar preservativo.
Otro punto a considerar es que esos días tu útero aumenta de volumen. Puede que te sientas inflamada y más pesada que de costumbre.
Tratando de hacer salir el tejido menstrual, tu útero va a contraerse y a relajarse (los cólicos se deben a eso) y durante el orgasmo tendrá una contracción sostenida y una relajación posterior, lo que tal vez en ese momento sea placentero pero después aumente la intensidad de los cólicos. Si decides tener relaciones sexuales y después del orgasmo aumenta la intensidad de los cólicos, probablemente se deba a esto.
Espero que esta información te haya sido de utilidad. Recuerda que puedes compartirla con quienes consideres, así como dejarnos tus dudas y comentarios en la parte de abajo.
Me despido deseándote menstruaciones llevaderas, métodos anticonceptivos efectivos y una sexualidad plena. ¡Hasta que nos leamos nuevamente!